Slugging: los pros y contras de la práctica milenaria que promete combatir la piel seca en invierno (2025)

Slugging: todo lo que debes saber sobre esta práctica viral

¿Quién no ha oído el término glazed donut? En estos últimos años, Hailey Bieber ha llevado a la cima de las tendencias de belleza el concepto de tener una piel radiante, suave y tan hidratada que parece glaseada, como un donut al puro estilo americano. En verano puede ser un look más fácil de conseguir, pero con la llegada del invierno vemos como nuestra piel se resiste y necesita algo más de cuidado. Por eso, en estos fríos meses vuelve a sonar el término slugging, una práctica milenaria que inunda nuestras redes sociales presentándose como la solución ideal para combatir la sequedad cutánea.

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Por Ana Morales

El slugging consiste en aplicar sobre nuestra piel previamente limpia un producto oclusivo, como la vaselina, para formar una barrera protectora que durante la noche retendrá y sellará el resto de productos utilizados brindándonos un extra de nutrición. TikTok adora esta práctica, pero es recurrente que las recomendaciones que nos encontramos sean superficiales y no atiendan a nuestras necesidades específicas. La deshidratación cutánea puede deberse a varios factores como agresiones medioambientales, cambios hormonales o por el uso de cosméticos agresivos. Por eso, antes de plantearnos incorporar esta técnica debemos atender a ciertos aspectos clave.

Condiciones para aplicar esta técnica

Antes de incorporar el slugging en nuestra rutina, es fundamental entender las necesidades específicas de nuestra piel. Según la reputadafacialista Carmen Navarro, esta técnica está especialmente indicada para casos de sequedad extrema.“Son las pieles más secas las que podrían beneficiarse de esta técnica, pero no es nada recomendable en pieles grasas ni tampoco en las más reactivas o sensibles. Lejos de beneficiar puede provocar un aumento de producción sebácea”, declara la experta.

Signos y reacciones a tener en cuenta

Si pasamos este requisito fundamental y decidimos que la técnica nos convence, además debemos prestar mucha atención a aquellas señales que nuestra piel pueda enviarnos para indicarnos que algo no está funcionando como debería. Uno de los primeros signos que nos subraya Carmen Navarro es la irritación, “especialmente si se han utilizado como cosméticos base previos algunos principios activos como el retinol o ácidos como el salicílico o el glicólico. En estos casos podrían penetrar más y al estar la piel sellada puede ocasionar leves quemaduras”. Por eso es fundamental eliminar de nuestra rutina aquellos principios activos como los mencionados: retinol o ácidos exfoliantes, tales como el salicílico, glicólico o láctico.Si experimentamos un incremento de comedones, puntos negros o incluso brotes de acné, es posible que nuestra piel sea más grasa de lo que creíamos. En este caso deberemos abandonar la práctica, ya que lo único que obtendremos serán resultados contraproducentes.

Tendencias en redes a evitar

Otro término que circula últimamente por las redes es el moisture sandwich, algo así como un “bocadillo de hidratación”. Siguiendo la analogía de un sándwich, intercalamos capas en las que se humedezca la piel para acabar con una capa de un producto oclusivo. El objetivo es “atrapar” más hidratación en la piel y reducir la pérdida de agua transepidérmica, es decir, la cantidad de agua que se evapora de la capa más externa de la piel. Para la experta, esta una tendencia de la que deberíamos hacer caso omiso. Navarro resalta la importancia de “combatir las necesidades de cada piel con productos eficaces que contengan los principios activos que necesitamos. Insistimos en una rutina de limpieza facial hecha correctamente, mañana y noche. Sin olvidar la fotoprotección durante el día o emplear un cosmético que la contenga”.

Lo esencial en invierno

Al adaptar nuestra rutina para la temporada de invierno, hay un ingrediente del que no nos podemos olvidar: las ceramidas. Se encuentran de manera natural en la piel, son necesarias para la hidratación y mantienen una barrera cutánea saludable. Aunque no todo en términos de hidratación en invierno está relacionado con productos y cosméticos. Noe Expósito, terapeuta en The Beauty Concept, destaca que la hidratación debe hacerse tanto por dentro como por fuera. Para ello, recuerda la importancia de beber al menos dos litros de agua al día. Además, sugiere complementar nuestra rutina con nutricosmética, como suplementos de colágeno o ácido hialurónico que no solo favorecen la hidratación profunda, sino que también mejoran la elasticidad de la piel.